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¿Qué es Tarika?
Tarika es Recto Sendero o camino. San Juan de la Cruz decía que el Recto Sendero para llegar al encuentro con “Dios” era el Recto Sendero del medio, en el desprendimiento; nada, nada, nada excepto “Dios”. Esto es Tarika. Un Sendero que nadie puede recorrer si no es relativizando los conceptos del mundo ilusorio y en la más absoluta tolerancia hacia otras opciones, con paciencia y respeto a cada tiempo y a cada conciencia, pues los signos del espíritu de La Revelación (según lo que por esto entienda cada tradición) también han de ser la paciencia y el respeto.
Esta información está dirigida a todos los buscadores de cualquier disciplina. Haciendo una llamada al respeto, así como a la libertad para vivir cualquier opción sin ser por ello descalificados, es por lo que invitamos a quienes se consideren en cualquier ruta “espiritual” a reflexionar sobre la probable necesidad de modificar la trayectoria de su propio pensamiento. Esto, antes de aventurarse a lo improcedente del juicio temerario sobre las personas y la descalificación de otras opciones.
Tradición Sufi
“La Tradición Sufi no es propiedad de ninguna cultura, de ningún idioma, de ninguna religión, de ninguna etnia, de ningún tiempo. Si fuera exigente, pero certero, diría que ni tan siquiera la denominación “Sufi” es precisa. No obstante, es de obligado reconocimiento admitir que hemos recibido la tradición Sufi como herencia de la Tradición Muhammadí. Un antiguo Maestro, Ibn al-Yalla Dimashqi, dejó esta breve reflexión para la posteridad: “El Sufismo es una esencia sin forma, porque las formas pertenecen a la humanidad en cuanto a la conducta, mientras que la esencia que se guarda en la forma pertenece a Dios”. Podría decirse acertadamente que, Sufismo, es la ancestral búsqueda del encuentro con el verdadero Sí Mismo, algo que desde siempre el ser humano ha evocado en todas las tradiciones. No obstante y por facilitar el entendimiento en estas páginas, continuaré haciendo uso del vocablo “Sufismo”, ya que esta denominación nos es culturalmente muy cercana al ser una herencia de nuestros antepasado andalusíes.
Por la misma razón de facilitar el entendimiento haré uso del vocablo castellano “Dios” para referirme al Origen de toda existencia, en el respeto y consideración hacia cualquier otra forma de referirse a la misma Causa Primigenia, pero consciente de la absoluta impotencia para encontrar un vocablo adecuado que, además de contener la idea, sea de aceptación universal. Decía que el Sufismo no es patrimonio de nadie, pero puede “navegar” en todas las tradiciones a través de todos los tiempos, nutrirse de todas y nutrirlas a todas en las ciencias, la mística, la literatura, etc., según el testimonio dejado en la historia. Carece de dogma, concepto o estructura y si pudiera ser descrito no sería lo que es; tan sólo “un perfume”. Rumi, uno de los grandes maestros Sufis, fundador de los derviches giróvagos en el siglo XIII, decía: “No hagas menosprecio de ninguna religión, porque perderás no poco bien. Ni digas la mía es verdad y la tuya no".
El ilustre murciano Ibn al Árabi (1165-1240), conocido como Maestro de maestros, también decía: “Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era como la mía. Ahora mi corazón se ha convertido en receptáculo de todas las formas; es prado para las gacelas y claustro para de monjes cristianos, templo de ídolos y Kaaba de peregrinos, tablas de la Ley y pliegos del Corán. Porque profeso la religión del amor y voy a donde quiera que vaya su cabalgadura, pues el amor es mi credo y mi fe”
¿Qué es Tarika?
Tarika es Recto Sendero o camino. San Juan de la Cruz decía que el Recto Sendero para llegar al encuentro con “Dios” era el Recto Sendero del medio, en el desprendimiento; nada, nada, nada excepto “Dios”. Esto es Tarika. Un Sendero que nadie puede recorrer si no es relativizando los conceptos del mundo ilusorio y en la más absoluta tolerancia hacia otras opciones, con paciencia y respeto a cada tiempo y a cada conciencia, pues los signos del espíritu de La Revelación (según lo que por esto entienda cada tradición) también han de ser la paciencia y el respeto.
Esta información está dirigida a todos los buscadores de cualquier disciplina. Haciendo una llamada al respeto, así como a la libertad para vivir cualquier opción sin ser por ello descalificados, es por lo que invitamos a quienes se consideren en cualquier ruta “espiritual” a reflexionar sobre la probable necesidad de modificar la trayectoria de su propio pensamiento. Esto, antes de aventurarse a lo improcedente del juicio temerario sobre las personas y la descalificación de otras opciones.
Las enseñanzas
Antes de que se derrumben mezquitas y minaretes no habrá muchos derviches alrededor.
Hasta que la fe se convierta en “herejía” y la herejía en fe, nadie será musulmán.
Rumi.
No soy judío, no soy cristiano, no soy musulmán, no soy de oriente ni de occidente, ni de la tierra ni del mar
porque mi sitio es estar sin sitio y mi huella es no dejar huella ya que pertenezco al corazón del AMADO.
Rumi.
El Maestro
El maestro es el acontecimiento que se da entre una pregunta y una respuesta
Se dice que, en cierta ocasión un conocido de Sócrates,
el filósofo griego, se acercó a él para comentarle lo siguiente;
¿Sabes de qué me enteré sobre fulano?. Antes de escuchar el comentario, Sócrates dijo; «espera un momento, pasemos lo que me quieres
comentar por lo que yo llamo el triple filtro» Primero; ¿estás seguro de que el comentario es totalmente cierto? El conocido reconoció que no tenía la seguridad, tan sólo lo oyó decir a otros. En segundo lugar, preguntó Sócrates, ¿lo que me quieres decir sobre fulano es algo bueno?.
¡No, no! respondió el otro, en absoluto, más bien es lo contrario. Entonces, dijo Sócrates, el comentario es malo y
no tienes constancia personal de su veracidad. La tercera cuestión es esta otra; ¿lo que quieres decirme es bueno para mí? Pues no lo creo, tan sólo te informo de un comentario que circula. Sócrates concluyó; Si no tienes evidencia personal de tu comentario, ni es algo bueno, ni me beneficia en nada pero perjudica a la otra persona,¿por qué querría yo saberlo? Esta enseñanza atribuida a Sócrates es una constante en las tradiciones originales del Islam.