La enseñanza

En Presencia. La enseñanza es muy sencilla, no se cargan los corazones de los aspirantes con más ejercicios añadidos a los que ya nos legó La Secular Tradición y se invita a profundizar en la gnosis que se guarda en estos ejercicios. Siguiendo la Tradición se enseña a los aspirantes a que sean sabios y justos, tolerantes y sencillos. No a la violencia, no a la crítica ni las malas palabras en contra de nadie.

La Tradición es un mensaje de amor y guía para la humanidad en la paz del corazón. Este mismo mensaje está contenido en el seno de todas las tradiciones. Se invita a la búsqueda de la sabiduría, donde quiera que se encuentre, pues un discípulo sin sabiduría perderá mucho bien, por esta razón se nos dijo; “Buscad la Sabiduría por todos los caminos de la tierra”, sin rarezas, ni exageraciones fanáticas. La T. Sufi es la secreta “Perla Perfumada”, pero no todas las personas pueden abrir el Arca donde se guarda para ver y conocer esta perla. Sólo pueden abrirla aquellos que con sinceridad y constancia buscan.

Se dijo: Quien conoce todo pero no se conoce a sí mismo, nada tiene. Conoce lo que está delante de ti, y lo que se esconde de ti se te revelará, pues no hay nada escondido que no será revelado. Se nos enseñó: Si os dijera que ¡El Paraíso está en el Cielo!, entonces los pájaros tendrían preferencia. Si os dijera, ¡está en el mar!, entonces serían los peces los que os precederían. Si os dijera ¡está en la tierra! entonces los animales serían los favorecidos. Pero el Paraíso no está ni en el cielo ni en la tierra ni en el mar, está dentro de vosotros y está fuera de vosotros. Quienes llegan a conocerse a sí mismos lo hallarán, porque cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos sabréis que sois parte del “Dios” Uno y Único. Pero si no os conocéis a vosotros mismos seréis los verdaderos pobres, pues quien conozca todas las cosas pero falle en el conocimiento de sí mismo, nada tiene. En el frontispicio del templo de Delfos estaba gravada esta frase:

Conócete a ti mismo
y conocerás a tu Señor

todos los universos son reales ante cada percepción y
no obstante cada uno de ellos es un velo que oculta
“la única realidad”

no somos un recipiente que se tenga que llenar,
sino una lámpara para ser encendida